PREPARANDO LA FIESTA DE NUESTRO FUNDADOR, SAN ANÍBAL MARÍA

30 de Mayo de 2024 | Misa en Burela el sábado a las 12:30 en Vila do Medio

A falta de tan sólo dos días para la celebración este sábado, 1 de junio, de la fiesta de nuestro fundador e “Insigne Apóstol de la oración por las vocaciones”, San Aníbal María di Francia, tenemos ya en marcha los preparativos para festejar de la mejor manera posible esta fecha tan significativa para toda la Familia del Rogate.

Como estamos anunciando desde hace días, celebraremos la Eucaristía el sábado a las 12:30 del mediodía en la iglesia de Vila do Medio de Burela, que será presidida por el párroco de la UPA Burela-Cervo-Cordido, D. Óscar Santiago Sanmartín.

Esta celebración eucarística está, por supuesto, abierta a todo el mundo que desee participar y acompañarnos este día: los niños, niñas y adolescentes que atendemos y sus familias, el personal de nuestros centros y, en general, todos nuestros amigos y bienhechores. Del mismo modo, compartiremos con todos un fraternal ágape una vez finalizada la Misa. Dicho ágape tendrá lugar en el Centro de Día San Aníbal, en la calle Barridal, a tan sólo cinco minutos de la iglesia. ¡Ojalá que podáis acompañarnos!

Si hace pocos días (el pasado 16 de mayo), conmemorábamos el vigésimo aniversario (2004-2024) de la canonización del P. Aníbal María por el Papa San Juan Pablo II, nos toca ahora celebrar la fecha que se escogió para su fiesta, que no es otra que la de su fallecimiento terrenal y, por tanto, su nacimiento a la vida eterna, un 1 de junio de 1927 en Messina (Italia), la misma ciudad siciliana que lo había visto nacer casi 76 años antes.

Los versículos del Evangelio “¡La mies es mucha, pero los obreros son pocos! Rogad pues al Dueño de la mies para que envíe obreros a su mies” (Mt 9,37-38; Lc 10,2) fueron la luz de su vida y el manantial de su apostolado.

San Aníbal ya era consciente de que esos “obreros” que tanto se necesitaban podían venir tanto de la Vida Consagrada como del laicado. Por eso, como animador de dicha Vida Consagrada, siempre valoró e incentivó la creación de diversos institutos religiosos, como las Hijas del Divino Celo, los Rogacionistas o las Misioneras Rogacionistas, con la misión de rezar y animar las vocaciones, trabajando por la dignidad de las personas.

El padre Aníbal María fue, también, animador de la vocación laical. Siempre consideró importante la misión de los cristianos laicos en la Iglesia y en la sociedad. Él afirmaba que los buenos trabajadores son también los gobernantes, los educadores, los catequistas, etc. Y, por eso, pedía en oración que el Señor que surgieran estas vocaciones de cristianos laicos que tomasen conciencia de su misión bautismal en la construcción del Reino.

Todo esto nos trae a la mente, más de un siglo después, que religiosos, personas consagradas y laicos tenemos que trabajar conjuntamente para sacar adelante tareas tan importantes como el cuidado y la atención de los más jóvenes y de los más desfavorecidos. En ello, seguimos trabajando y, gracias a Dios, podemos contar con un amplio equipo de profesionales laicos del mundo educativo. ¡Sin ellos, no sería posible!

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