CELEBRACIÓN DE LA VIDA CONSAGRADA EN LA IGLESIA DE SANTIAGO, EN FOZ, PRESIDIDA POR EL OBISPO DE MONDOÑEDO-FERROL

2 de FEBRERO de 2024 | En acción de gracias por la vocación y entrega de religiosos y religiosas

La fiesta de la Vida Consagrada es siempre un día hermoso y muy especial en nuestro calendario. La Iglesia celebra con esta jornada una acción de gracias por estas vocaciones y su entrega diaria al Señor, por tantos religiosos y religiosas que, por todos los rincones del mundo, ponen sus vidas al servicio del prójimo a través de los diferentes carismas. Se trata de un auténtico tesoro y la Iglesia así lo reconoce y, por tanto, lo ensalza.

Nuestra comunidad de las Hijas del Divino Celo – Rogacionistas de Burela participó este jueves día 1 en la celebración eucarística que tuvo lugar en la iglesia parroquial de Foz, presidida por el señor obispo de la diócesis, Mons. García Cadiñanos, al que acompañaban en la celebración el vicario general (D. Antonio Valín), el delegado para la Vida Consagrada (D. Román Escourido), el presidente diocesano de CONFER (P. Ángel Elako, cmf.), el arcipreste de Mondoñedo (D. Óscar Santiago) y, también, el párroco de la UPA O Valadouro (D. Xosé Anxo Fernández).

En la celebración estaban presentes, además de las Hijas del Divino Celo – Rogacionistas de Burela (a las que acompañaban los miembros del equipo directivo de sus Centros de Menores y de Acogida e Inclusión Social), las Franciscanas de la Purísima Concepción de Foz, las Hijas de la Virgen de los Dolores de Ferreira do Valadouro, las Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado (que tienen presencia en nuestra diócesis tanto en Guitiriz como en O Barqueiro) y las Esclavas de la Inmaculada Niña de Viveiro y el ya mencionado P. Ángel de los Misioneros Claretianos de Ferrol. ¡Qué alegría es siempre el verlos reunidos!

El prelado mindoniense, D. Fernando, recordaba en su mensaje a la diócesis que hace veintiocho años que la Iglesia católica hace coincidir en el día de la Candelaria la celebración de la Jornada de la Vida Consagrada: “Es una fecha en la que damos gracias a Dios por el don de tantos consagrados, hombres y mujeres, como están presentes en nuestra Iglesia, especialmente en nuestra diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Ellos han descubierto que la vida que se entrega se pierde y han consagrado toda su existencia al Señor y a los hermanos. Ellos quieren, como la candela que este día se entrega, iluminar con su vida la oscuridad de nuestro mundo. […] Su buen hacer está presente en el mundo de la enseñanza, de la acción social, de la infancia y la juventud, de los mayores y enfermos, de la educación y la vida parroquial… En este día, oramos con todos los religiosos y religiosas y seguimos pidiendo para que haya niños y jóvenes que descubran la belleza de sentirse llamados a la vida consagrada”.

Para finalizar esta hermosa jornada, tras la celebración eucarística, hubo oportunidad de compartir fraternalmente religiosos y laicos un agradable ágape preparado en los locales parroquiales de la UPA de Foz.

Que sepamos valorar cada día este gran tesoro que tenemos con todas y con cada una de estas vidas consagradas a Dios.

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